La huella hídrica ¿para qué sirve?

El agua que consumimos no es sólo la que sale por la regadera o el lavabo del baño o la tarja de la cocina. La mayor parte del agua que consumismo está oculta en cada objeto o alimento, al viajar y en el trabajo. La huella hídrica está en cada una de las actividades involucradas en el desarrollo de un producto o servicio con el fin de es satisfacer nuestras necesidades como clientes.

Es un indicador medioambiental que nos dice el agua que nos cuesta fabricar un producto, el volumen total de agua dulce consumida, directamente e indirectamente, para producirlo. Todo proceso de producción o servicio prestado implica el gasto del agua. (We are water Foundation, 2018) y por eso este indicador es clave en la sostenibilidad del planeta.

El concepto fue creado en 2002 por el holandés Arjen Ysbert Hoekstra, profesor de la Universidad de Twente, en Países Bajos. Su aporte fue considerar el cálculo de toda el agua utilizada; desde el agua incorporada al producto en sí mismo, la que se ha contaminado, la devuelta a otra cuenca o al mar e incluso la evaporada en todos los procesos. (We are water Foundation, 2018)

Hoekstra y su equipo establecieron que el volumen de agua dulce que usa la humanidad para vivir es de 1.385 metros cúbicos al año. Esa es la huella hídrica anual de cada persona. Una evaluación completa considera los impactos de este consumo de agua, así como las estrategias de respuesta adecuadas para minimizarlos.

 

La clasificación del agua usada

Para calcular la huella hídrica se hace una clasificación del agua usada. Hoekstra definió:
a. La “huella hídrica verde” o “agua verde” que es el volumen de agua proveniente de la lluvia, la que ha estado almacenada en el suelo como humedad y que se ha evaporado durante la producción
b. La “huella hídrica azul” es el agua superficial y subterránea, como los ríos, lagos, embalses o acuíferos;
c. La “huella hídrica gris” es el volumen de agua contaminada en el proceso productivo.

Para un producto, es el contenido total de agua azul, verde y gris involucrada en toda la cadena de procesos de elaboración del mismo. De esta forma podemos entender el “consumo de agua” real.  Se diferencia el uso directo, que es el que se refleja en los recibos de agua de los domicilios y empresas, y el indirecto que es el que está contenido en todos los productos y servicios que consumimos, y que es mucho mayor.

Los recursos de agua dulce de la tierra están sujetos a una presión creciente en forma de consumo de agua y contaminación. Comprender la huella hídrica de una nación es muy importante para desarrollar una política nacional bien informada. Por ejemplo, The Water Footprint Network calculó que la huella hídrica total de México en 2011 era de 200 000 millones de metros cúbicos al año. Es decir, 5 400 litros por día.

 

Referencias bibliográficas

CONGUA. El agua vitual y la huella hídrica. Recuperado de http://www.conagua.gob.mx/CONAGUA07/Contenido/Documentos/Infograf%C3%ADa%20Huella%20H%C3%ADdrica.pdf

We are water foundation. «Huella hídrica: el comercio invisible del agua» [blog] Recuperado de https://www.wearewater.org/es/huella-hidrica-el-comercio-invisible-del-agua_303981#:~:text=El%20concepto%20de%20la%20huella,de%20la%20Universidad%20de%20Twente.&text=De%20este%20modo%2C%20la%20huella,empresas%20productoras%20y%20los%20comerciantes.

Mekonnen & Hoekstra (2011) National Water Footprint Accounts, UNESCO-IHE, p. 26. Recuperado de https://waterfootprint.org/media/downloads/Report50-NationalWaterFootprints-Vol1.pdf

 

Por Johana Trujillo. Comunicación Social. SAPAM.

“Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de la autora y pueden no coincidir con las del  Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal”