Los animales callejeros tienen un impacto en el agua

Como una medida de prevención de contaminación de afluentes de agua para consumo humano, Miguel Ángel Aguirre Aguilar, responsable del Centro de Control Canino Municipal (CECAM) de San Cristóbal de Las Casas, lleva a cabo estrategias para el control de perros callejeros en nuestra ciudad. Una de ellas es el programa Perro de Barrio que mantiene cierta cantidad de perros esterilizados en un área determinada. Esos perros están desparasitados y vacunados contra la rabia. Además, son monitoreados por una persona de la zona.

Si bien la urbanización de la ciudad no permite el desarrollo de T. Canis y A. caninum evacuados por los animales en aceras y calles, las frecuentes lluvias arrastran hacia el drenaje los huevos de estos helmintos. La frecuencia de huevos registrada es un indicador de la cantidad de animales infectados que defecan libremente en la ciudad.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha estimado que un gramo de materia fecal de un perro cachorro puede contener hasta 15,000 huevos de Tocoxara, que al ser evacuados en la vía pública son separados por el pisoteo, la lluvia o el viento. Sin embargo, sus gruesas cubiertas las hacen resistentes a los cambios ambientales sobreviviendo muchos años. Así, aunque la superficie del suelo pueda parecer limpia porque la materia fecal se desintegró o no hay olor, puede estar infectada. De hecho, el suelo contaminado con huevos larvados de T. Canis es la principal fuente de infección humana.

Además, los perros propagan enfermedades zoonóticas como sarna, enfermedad de Lyme, cenurosis, entre otras. Las más graves para la especie humana son rabia, toxoplasmosis y leptospirosis. Al tener un crecimiento desmedido de la población canina en la vía pública, aumenta el número de agresiones a la población; especialmente en épocas reproductivas en las que se agrupan recobrando su instinto de manada.

Si tienes animales domésticos, desinfecta los excrementos antes de desecharlos. Desparasítalos y ten al día su calendario de vacunación. Mantenlos sanos para que no tiren pelo, báñalos y limpia su espacio al menos tres veces a la semana. Evita dejar el excremento al aire libre o cerca de las cisternas.

Cada perro defeca en promedio medio kilo de excremento y orina 500 mililitros. Entre los perros callejeros y las personas que abren la puerta a sus mascotas para que salgan a defecar se incrementa la cantidad de materia fecal en las calles. Por tanto se incrementa la contaminación microbiológica del agua.

 

La importancia de la esterilización.

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