Nuestra visita realizada a las plantas de tratamiento de aguas residuales en Tuxtla

Recorrido de SAPAM San Cristóbal por PTAR Tuchtlán

La visita realizada a las plantas de tratamiento de aguas residuales ubicadas en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, nos permitió observar los diferentes procesos a los que son sometidas las aguas crudas, conocer sus instalaciones e infraestructura.

En lo particular esta experiencia fue bastante enriquecedora porque, como trabajador de un sistema operador como SAPAM, el cual tiene que satisfacer la creciente necesidad de una ciudad que demanda no solo de los servicios básicos de agua potable y alcantarillado, sino también del saneamiento de las aguas residuales; nos permite abrir nuestro panorama, fijar un criterio y desarrollar una conciencia de cuidado ambiental.

Por los procesos pero sobre todo por los resultados de una planta de tratamiento de aguas residuales como lo es la PTAR TUCHTLAN, es que creo que la esperanza de ver un día nuestros ríos limpios, no es algo tan irreal ni tan lejano, ya que esta planta opera de una manera que no afecta el entorno, no necesita de una gran superficie de terreno, no genera exceso malos olores, no es un foco de infección o una fuente de contaminación, el ruido que emiten los equipos de bombeo no son excesivos. Es posible ser operado con poco personal entre otras ventajas que pudimos observar, operando con un proceso de limpieza de las aguas residuales de LODOS ACTIVADOS Y LUZ UV. Es a simple vista una planta con instalaciones modernas y tecnología de punta. Cabe hacer mención de lo satisfactorio que es observar la calidad del agua que se descarga en la salida final de planta; sin color y sin olores fétidos, considero eso algo muy digno de reconocer.

Desde niño recuerdo ver los ríos Fogótico y Amarillo sobre todo como algo desagradable, que al pasar cerca de ellos es necesario apresurar el paso o cubrirse la nariz. No es extraño ver grandes cantidades de basura acumulada sobre los causes. Estos escenarios se han vuelto tan comunes que hemos llegado a aceptarlos, a pensar que es normal ver a los ríos que atraviesan la ciudad, como una especie de canales de drenaje a cielo abierto al que podemos arrojar cualquier tipo de desechos. Olvidamos que algún día por esos ríos corrieron aguas cristalinas, que en ellos crecía flora y fauna, que incluso eran de consumo humano. Pero el crecimiento de la población, los asentamientos humanos regulares e irregulares, la falta de interés de las autoridades y creo que, sobre todo, es la irresponsabilidad de cada uno de nosotros como habitantes la que nos ha llevado a perder gran parte de nuestro entorno natural.

Tuvimos la oportunidad de recorrer las instalaciones donde se ubica la PTAR EL JOBO, una planta de tratamiento de aguas residuales que funciona por el sistema de sedimentación anaerobio y humedales. Tiene la gran ventaja de funcionar con un flujo por gravedad evitando el uso de equipos de bombeo y por consecuencia los altos costos de facturación por consumo eléctrico de gran demanda. Por otro lado, se puede observar que es necesario una superficie de terreno bastante amplia para la zona de humedales y una emisión algo alta de olores en la zona inicial de las celdas, motivo por el cual considero se convierte en una opción poco viable para nuestra ciudad.

La PTAR del Fraccionamiento Real del Bosque funciona bajo el sistema AEROBIO DE LODOS ACTIVADOS que consiste en inyectar aire al agua residual, esto genera que los microorganismos hagan el trabajo de limpieza del agua, esta planta es muy similar a la PTAR TUCHTLAN a menor escala y con un sistema no tan automatizado.

Creo que tener una PTAR con estas mismas características podría ser un buen modelo, que ayudaría a romper con muchos de los conceptos negativos que algunos sectores de la sociedad sancristobalense así como de la población rural de sus alrededores tienen. Nos da la posibilidad de demostrar de manera fehaciente que es posible tratar el agua y sanear nuestros ríos.

Por Marco David Hernández Sánchez. Analista del SAPAM

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