Ciudades biodiversas y biodiversidad urbana: retos y perspectivas

La premisa que al parecer guía el actual discurso ambiental es que la “humanidad”, en su proceso de desarrollo, es el principal factor de transformación a nivel ecológico y ambiental.

Perdida de la biodiversidad, cambio climático, contaminación de ríos y mares, desertificación e incluso pandemias, entre otros, son temas ligados estrechamente a los modelos de apropiación del territorio y los recursos naturales: la producción agrícola y animal comercial, la producción de energía a base de combustibles fósiles, la explotación minera, la ampliación de infraestructura de comunicaciones (carreteras, vías férreas), así como el crecimiento urbano, son solo ejemplos de esta desigual interacción de la especie humana con su entorno.

Empero ¿está implícito en la especie humana la necesidad de transformar y/o incidir en su medio ambiente de manera negativa?, o ¿será acaso que son los modelos de “vida” que hemos adoptado, cuyas exigencias obligan a una desnaturalización de nuestra conducta, el origen de los grandes problemas ambientales que enfrentamos en la actualidad?

El 5 de junio celebraremos el Día Mundial del Medio Ambiente. El tema propuesto por la ONU, para este año 2020, es la Biodiversidad. En SAPAM queremos conmemorar este día compartiendo, con la sociedad sancristobalense, nuestras reflexiones iniciales, su relación con la biodiversidad y el crecimiento urbano de San Cristóbal de Las Casas.

De acuerdo con la ONU, el 54% de la población mundial actual reside en áreas urbanas y se prevé que para el año 2050 aumente hasta el 66%. Como resultado de esto, la misma fuente señala que entre el año 2000 y el 2030 la superficie urbana total se triplicará. Dicho aumento de población y superficie urbana irá en detrimento de los recursos naturales a nivel mundial, afectando gravemente a la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas.

Desarrollo urbano y biodiversidad.

Con respecto a la idea inmediata anterior, y continuando con nuestras reflexiones iniciales: ¿sería factible desarrollar un modelo de crecimiento urbano y conservación de la biodiversidad en un mismo espacio geográfico? En SAPAM estamos convencidos que, además de factible, es necesario un replanteamiento del plan de desarrollo urbano con el fin de garantizar los procesos y factores ecológicos que promueven la biodiversidad, así como la construcción de una nueva cultura ambiental que permita la coexistencia de nuestra sociedad con otras especies vegetales y animales, residentes originales del Valle de Jovel.

Centro de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

Ciudades biodiversas y biodiversidad urbana, no son temas nuevos en la agenda ambiental. Desde finales de la década de los sesenta, y hasta nuestros días, una gran variedad de investigadores y académicos han señalado la necesidad de concebir y planear las ciudades como espacios socio-ecológicos. Es decir, centros urbanos integrados a los ecosistemas donde las áreas verdes no se conciben como espacios públicos y si más como amplias reservas ecológicas donde se producen y reproducen los procesos y elementos que sustentan la biodiversidad local y/o regional.

En este mismo sentido, se señala, no solo se trata se conservar “islas” de vegetación original que mantienen poblaciones silvestres de animales confinados y en número reducido. Por el contrario, se busca mantener la conectividad entre las áreas conservadas a través de corredores naturales que permitan la movilidad y el libre transito de la fauna local entre los “nodos” conservados y de éstos con el resto de ecosistemas aledaños (periurbanos).

Ciudades integradas y nuevos modelos de urbanidad.

Para algunos, ésta es una visión utópica del espacio urbano la cual enfrenta múltiples retos (económicos, políticos, socio-culturales, etc.). En efecto, más allá de su diseño, ello implica un CAMBIO profundo de los hábitos de consumo y desecho de la sociedad urbana, de los patrones de comportamiento en la vida pública y privada, así como de las leyes y normas que regulan y hacen valer el derecho de “todos” a un ambiente sano.

De acuerdo con la Visión de SAPAM, un primer paso para lograr estos cambios es dejar de reproducir el mensaje de que las ciudades intrínsicamente son opuestas y dañinas para la biodiversidad. Muy por el contrario, consideramos que el espacio urbano de San Cristóbal de Las Casas representa un escenario de oportunidad para la adaptación y/o adecuación de estrategias simples orientadas a la conservación de la biodiversidad local. Entre otras:

  1. La protección estricta de áreas de conservación actualmente bajo alguna categoría de protección (reservas ecológicas, sitios RAMSAR, jardines botánicos, etc.).
  2. Designación de nuevas áreas de protección por su riqueza biológica y/o por los servicios ecosistémicos que ofrece a la ciudad.
  3. Diversificación florística de parques, jardines y camellones con especies botánicas locales.
  4. Creación y mantenimiento de corredores biológicos entre áreas verdes actualmente separadas por infraestructura urbana.
  5. Reforestación y/o revegetación del ecosistema “bosque de galería” o “vegetación riparia” asociado a ríos, arroyos y humedales.
  6. Saneamiento de cuerpos de agua mediante la construcción de infraestructura de separación de agua pluviales y el tratamiento de aguas residuales.
  7. Regulación del alumbrado público en áreas de actividad faunística de hábitos nocturnos.
  8. Aplicación de la norma que regula las emisiones contaminantes (visuales, acústicas y atmosféricas).
  9. Reglamentación y control de especies animales domésticas.
  10. Mejoramiento del programa de limpia pública con separación de materiales con potencial para su reciclaje.
  11. El diseño e implementación de programas de educación ambiental para escuelas y público en general.

Lo anterior no tiene como propósito reducir la complejidad del reto a una simple lista de buenas prácticas amigables con el medio ambiente. El fin principal es evidenciar que con acciones sencillas, desde lo público y privado, se puede iniciar el cambio hacia la construcción de un nuevo modelo de urbanidad, más integrado a su entorno y más preocupado por la biodiversidad local.

Biol. Javier Rojas García. Departamento de Ecología y Cultura del Agua. SAPAM.

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